Hoy en día los aparatos electrónicos tienen un rol indispensable. Cuando nos llega a fallar la computadora o el celular nos sentimos desesperados y existe un sufrimiento. Pero cabe recalcar que no se sufre por el aparato sino por el contenido que se tiene. Además, la mayor parte de las veces sale mejor arreglar el dispositivo que comprar uno nuevo.

De acuerdo al País (2010), por cada 17 millones de celulares que se venden, al menos 3 millones son llevados a reparar. Entre los problemas más comunes se encuentran la falla del altavoz, los problemas de encendido, la batería, la humedad, la suciedad y las pantallas rotas. Muchos de estos problemas tienen una solución rápida y los clientes están dispuestos a pagar lo necesario para tener su dispositivo arreglado lo más pronto posible.

Uno de esos estudios que publicó Zagg (2014), una empresa especializada en fabricación de carcasas que protegen todo tipo de dispositivos, realizó una encuesta con unos resultados claros… el 48% de los propietarios de celulares tienen algún tipo de daño en sus dispositivos. Esto quiere decir que solamente uno de cada dos usuarios tiene su celular intacto. Cuando hay alguna falla en nuestros aparatos electrónicos buscamos la solución más pronta y próxima a nosotros.